La Encamisá, también llamada Carrera de San Antón, es el acto principal y fiesta en sí misma dentro de las Fiestas Patronales de San Antón Abad. Se celebra en la noche de San Fulgencio cada 16 de Enero.
La Fiesta
Unos días antes, concretamente el día 6 de Enero, se realiza en procesión la Bajada de Santo desde la Ermita de San Antón hasta la Parroquia Santa Catalina de Alejandría. La procesión va encabezada por el cura de la localidad y el Santo es cogido a hombros por miembros de la Directiva de la Cofradía, el mayordomo por delante del Santo lleva la Bandera.
bajada del santo 2004La procesión con gran afluencia de personas, va acompañada con jinetes ataviados con el traje típico que solo será puesto de nuevo la noche de La Encamisá.
Ese mismo día y hasta el día 15 un niño, al toque de un tambor, realizará el mismo recorrido de la Carrera acompañado por los chiquillos del pueblo que al finalizar serán obsequiados con un rico Biñuelo, a este acto se le llama “correr el tambor”.
eltamborDesde ese día y hasta el día 15 la Casa del Santo (lugar de reunión de la Directiva) abre sus puertas al pueblo, invitando a los diferentes colectivos en reconocimiento a sus colaboraciones con la fiesta.
El día 16 es sin duda el más esperado. A primera hora del día, alrededor de las 7 de la mañana, voluntarios junto con miembros de la Directiva y Mayordomos anteriores salen con tractores y remolques a la Sierra de Pela a recoger la leña que arderá horas más tarde. La leña cortada previamente por trabajadores del Ayuntamiento está compuesta principalmente de matorrales y jara. El lugar de concentración es la Fuente, desde allí se organiza a todos los voluntarios para ir a las diferentes zonas, antes todos estos voluntarios son invitados a un café con dulces y también con anís. Cierto es, que existe desde siempre, un pique entre todos los remolques y tractores, para ver cual es el remolque más cargado y vistoso de leña, tal es la competencia que muchos remolques tienen problemas a la hora de entrar al pueblo debido a su gran carga.
Llegando los tractores al pueblo, comienza la distribución de la leña por todo el recorrido de la Encamisá, principalmente en cruces de calles o plazas. Los mismos remolques que fueron a la recogida de la leña son estacionados en puntos estratégicos y tendrán la misión de obsequiar a todos los visitantes con vino y biñuelos .
La cita se acerca, los preparativos se intensifican, los jinetes engalanan los caballos y preparan la vestimenta. Hay un dicho que afirma que los caballos del pueblo saben con antelación que la fiesta se acerca,” se los nota” . Pero antes de la Carrera hay una última cita: La Bendición de los Animales.
A las 5 de la tarde, los jinetes, muchos ataviados ya, se dirigen a la parroquia Santa Catalina de Alejandría, para que el santo patrón San Antón Abad bendiga a sus caballos. La ocasión es idónea, para que todas aquellas personas que tengan a su cargo algún animal hagan lo mismo.
Como es lógico, antiguamente, la variedad de bestias era mayor, había burros, mulos y algún caballo. Hoy en día, debido al uso de maquinaria agrícola, los burros y mulos son escasos, y los caballos abundan más que nunca. Estos caballos son dedicados casi exclusivamente para esta ocasión. Pero los caballos del pueblo, aunque siendo muchos, son menos que el número de jinetes que correrán La Encamisá, es por ello que todos los años llegan al pueblo unos trescientos caballos para ser alquilados el mismo día de la fiesta. ¿El precio? , lo de menos, se paga entre 200 y 300 € para las tres horas que dura la fiesta. Un dinero excesivo para algunos, pero muy bien aprovechado para un sanantonero.
Ya falta poco, el ambiente, aunque frío meteorológicamente hablando, empieza a calentarse.gorro sanantonero Los jinetes acaba de preparar su vestimenta típica: gorro multicolor puntiagudo a la cabeza, pañuelo multicolor al cuello, camisa blanca, faja roja o negra, pantalón de paño o pana negra, botas y zahones de cuero.
Los caballos son igualmente vestidos: cabezón, pecho petral y campanillas, montura, la manta de madroños y el encintado de la cola. Sin lugar a duda, es la manta los mas destacado de la vestimenta del caballo. Estas, son elaboradas en los telares del pueblo siguiendo antiguas tradiciones dando al caballo una gran vistosidad.
Estas mantas son elaboradas con lana y algodón, pero para que la manta tenga el calificativo de manta guapa como dicen en Pela, aún le falta un elemento más: el madroño. Estos, son elaborados a mano con lana, dando a la manta el punto final para formar todo un conjunto de inigualable colorido.
Antiguamente, las mantas de madroños, solo las llevaban las familias pudientes y los madroños no llegaban al tamaño y colorido de la actualidad. Hoy en día, tal vez por la competencia de llevar el caballo mejor engalanado, los madroños dejan de ser representados por el nombre de la fruta originaria y pasan a ser verdaderas y hermosas naranjas.madroños
Ya ha llegado el momento deseado, un año han esperado los peleños el acontecimiento que con mas sentir, magia y orgullo guardan en su vida: La Encamisá.
Todo está ya preparado. La jara lista para ser hoguera, los remolques dispuestos para comenzar el obsequio de vino y biñuelos, la charanga que guiará a la infantería afinando los instrumentos, los jinetes y los caballos engalanados en la Plaza de España, la bandera y el tambor preparados para dar las tres vueltas de rigor y en el balcón del Ayuntamiento, después de un aperitivo junto a las autoridades y ciudadanos, el Mayordomo de la Cofradía dirige su discurso a una multitud impaciente y emocionada.
De repente, un silencio ensordecedor se adueña de los presentes.
El discurso del Mayordomo comienza minutos antes de las 8 de la noche, un escalofrío invade los cuerpos de los sanantoneros mientras escuchan atentos. El Mayordomo prosigue, no sin nerviosismo, estos escaso minutos tan intensos. Son las 8 en punto, sólo una frase le queda por decir, entonces se detiene, respira y mirando fijamente a los presentes grita: ” peleños, forasteros, sanantoneros ¡ Viva San Antón ! , ¡ Viva San Antón ! , ¡ Viva San Antón ! “.
La explosión de alegría salta entre los sanantoneros cuando suena el repique de campanas y el estruendo de cohetes.
Las hogueras comienzan su misión en esta fiesta y los jinetes, emocionados y dando vivas a San Antón, a San Fulgencio, a San Antonino y al Chiquirrinino, empiezan a discurrir a lo largo del recorrido.
El abanderado agita la bandera sin parar mientras muchos jinetes se acercan a él para besarla.
El niño del tambor, tiene por delante tres horas intensas donde él, junto a la bandera, marcarán el ritmo de La Encamisá.
Por otro lado, la banda que se encontraba en el Ayuntamiento, sale a la plaza custodiada por la Directiva. Junto a ella, se agregarán cientos de personas en lo que se denomina “la infantería”.
Ésta hará el mismo recorrido que los jinetes, pero además irán entrando en los diferentes locales abierto al público, donde la música, el baile, el vino y los famosos biñuelos no faltarán en ningún momento.
La magia de La Encamisá está ya presente. Las ilusiones de todo un año afloran en esta noche y la hospitalidad de un pueblo invitan a todos los foráneos a participar en la fiesta más querida y que con más orgullo sienten los peleños.
Tres horas durará la fiesta, tres horas por delante donde unos a caballos, otros en burros y el resto en la infantería harán de la fiesta un espectáculo inolvidable.
No faltará vino de pitarra en los remolques y en las numerosas casas abiertas de par en par. Tampoco faltarán los delicioso biñuelos. Y mucho menos faltará alguien, que al grito de ” Viva San Antón “, te invite a participar en la fiesta.
Cuando la bandera de tres vueltas pasando por el Ayuntamiento, terminará la Carrera.
Todos los jinetes tienen una recompensa por su participación ( y también sus animales ) . Miembros de la Directiva obsequiarán con un puro al jinete y con un biñuelo al caballo.
La Encamisá conmemora la victoria de los peleños frente a un ejército árabe en tiempos lejanos:
hogueraCuenta la tradición, que allá por la edad media, los árabes en sus conquistas por la península, llegaron hasta los alrededores de Navalvillar de Pela, con la clara intención de invadir el pueblo.
Los peleños, viendo la intención del ejército moro, y sabiendo que eran inferiores en número y armas, se dispusieron a idear una estrategia.
La intención era hacer creer al ejercito enemigo que el pueblo contaba con una fuerte defensa.
Utilizando la oscuridad de la noche, encendieron numerosas y grandes hogueras, a caballo galoparon veloces portando hachas encendidas con estruendo de tambores, cencerros y campanillas dando vueltas por las estrechas calles del pueblo formando un gran escándalo, todo ello para impresionar a las fuerzas invasoras.
jinete1Los jinetes debían intimidar, para ello, se ataviaron con gorros puntiagudos que a gigantes asemejan y para tener más ligereza se vistieron con amplias camisas blancas.
El ejército moro, al ver tal algarabía, huyeron despavoridos creyendo que se trataba de un ejército numeroso y fantasmal.
Desde aquel día y hasta hoy, los peleños conmemoran aquel acontecimiento. Si entonces, fue aquel un acto de lucha por la supervivencia de un pueblo, hoy La Encamisá representa la pasión, la belleza y el calor de todo un pueblo abierto a todos los que la visiten. Donde todos pueden sentirse Sanantoneros.
Así es, a grandes rasgos, la fiesta de La Encamisá. Aunque por otro lado, intentar explicar los sentimientos de esa noche mágica no deja de ser tarea casi imposible. Cualquier peleño te invitará a que vengas a conocerla y así sentir por ti mismo lo que las palabras no pueden explicar.
Peleños, forasteros, sanatoneros
“Viva San Antón”